Pedro y el lobo, versión siglo XXI


Quien no tuvo infancia, es claro que nunca escucho la historia del Pedro y el Lobo, y para ellos la resumiré.

Pedro un pequeño juguetón pastor, que ayuda a llevar el ganado (si no necesariamente tiene que ser ovejas) quien continuamente se burlaba de los demás con mentiras, pequeñas que para el eran un juego (si recuerden que dije que era juguetón). Y gritaba cerca de su pueblo – ¡el lobo! , ¡el lobo!, ¡ayúdenme el lobo!- y cuando iba la muchedumbre en busca de acudir a dicho llamado de auxilio (si créanlo antes se ayudaban entre si las personas, total es un cuento, es parte de la magia); Desde luego, Pedro se moría de la risa cuando estos iban, el chiste el cuento es que Pedro lo hizo tantas veces que al final ya nadie le creía, y si la moraleja es que si existía un lobo y llego y como todos esperaban se comió el rebaño y dicen las malas lenguas que hasta a Pedro.

Es una moraleja cruda para evitar decir mentiras, pero en el mundo de hoy en día, todo es muy diferente; al que quiera ocupar un puesto como Pedro, le tendrían que hacer un perfil laboral, donde se especificara que este no sea juguetón, más claro que sea persona de confianza, creo hasta al polígrafo le someterían, no vaya a ser trafique con el ganado; pero hay otras versiones de Pedro, uno en particular que me orillo a escribir todo esto, el Pedro que decía la verdad… si imagínenselo ahí alguien en el mundo sincero, diciendo algo que le nace del corazón, pero cuando lo decía, la sociedad o las personas que lo rodeaban ya habían vivido miles de versiones anteriores del Pedro del cuento… La sociedad y nadie es lo mismo, son pocos los que confían en las personas y menos en si mismo.

Hablando de un algo meramente hipotético, y ya que andamos con todo esto de los cuentos; digamos que Pedro está enamorado, pero su amada está acostumbrada ya a tantos y tantos charlatanes que le decían te amo, te quiero y llega Pedro, ella solo con su gesto de –aja, y luego- y imagínense que su amada tiene tanta desconfianza por mentiras pequeñas y grandes que ha tenido que sufrir pon tantos Pedros, que cuando llega alguien, le dice y le dice y insiste en que es bella y hermosa, su vida la hará creer que no lo es a pesar de que lo sea. Ahora que culpa tiene el Pedro, si ese que sinceramente expresaba sus sentimientos a su amada, termino viviendo algo que no podía demostrar jamás, porque mientras la amada no confiara ni en si misma menos en las palabras de los demás.


Pobre Pedro, ni modo aquí le toco vivir, solo dejo esta reflexión para vean un lado mas de la moneda, sigue siendo las mismas historias pero contadas desde un distinto punto de vista, la moraleja es la misma, las mentiras no dejan nada bueno, y dentro de poco no podremos salir por nuestros propios medios de ese circulo vicioso de la mentira y sus consecuencias. Claro dejo en claro no es que no se pueda, desde luego que se puede, confiando en si mismo y teniendo mucha fe en Dios.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Datos curiosos sobre Capacitación

El Reino de Dios no es el paraiso

Sobre como organizar nuestro tiempo